El fracaso es algo con lo que vas a tener que convivir a lo largo de tu vida, te guste o no. Pero tranquilo, el fracaso no es exclusivo de una pequeña startup, las grandes compañías tienen sus propias historias de estrepitosos fracasos con costes de millones de $. Y esta es una de estas historias. La protagoniza Bacardí.
Sí, Bacardí. Nunca te lo hubieras imaginado, ¿verdad? la todopoderosa compañía de Ron. No es creíble. Pues en 2002 metió y mucho la pata con el lanzamiento de Ciclón. Un destilado que tenía su propio ron y tequila. 90% ron, 10% tequila y 100% increíble !!! este fue su lema. ¿Qué podía salir mal?
A favor de Bacardí debo decir que en la primera década del 2000 sus principales competidores, léase Diageo y Pernod Ricard, no hacían más que arrebatarle mercado con diferentes y más o menos exitosos nuevos destilados. La reacción de Bacardí fue poner en marcha su departamento de I+D y lanzar casi al mismo tiempo Bacardí Limón, Bacardi O y Bacardí Silver. Una serie de rones con diferentes mezclas de sabores y aromas. Pero donde decidió poner toda la carne en el asador fue en Ciclón un ron mezclado con tequila en respuesta a una «enorme demanda» de licores premium para una nueva e incipiente generación de cocktails.
Bacardí en un principio logró introducir el Ciclón en las mejores barras del mundo y todo parecía que habrían pulsado la tecla correcta. Este nuevo destilado sería la nueva sensación y el super ventas de la compañía. Y efectivamente fue así mientras Bacardí siguió invirtiendo fuertemente en la promoción del Ciclón. Las cifras exactas nunca las sabremos pero se conoce que tan sólo en botellas promocionadas (gratis) para sus eventos se llegaron a gastar hasta $15 millones. Eso son muchas botellas para un ron que costaba de media apenas $14 la unidad. Los mejores locales de Miami, Nueva York y Las Vegas entre otros tenían suministro prácticamente ilimitado de Ciclón, gratis !!!
A estos millones de botellas regaladas hay que sumar los millones invertidos en marketing convencional en medios de comunicación. Toda una fiesta financiada a golpe de talonario. Y todo fue bien hasta que Bacardí observó que las ventas reales no despegaban. La razón, su sabor. Definido como «interesante pero extraño» o «ácido y picante a la vez» fue de lo más bonito que le dijeron al Ciclón.
En 2005 y muchos millones de $ después Bacardí comenzó a darse cuenta que el mundo no necesitaba al Ciclón. En 2008 la compañía decidió retirarlo definitivamente del mercado. Nadie lo echó en falta. A día de hoy todavía puedes adquirir el Ciclón, como artículo de coleccionista, por unos 100€ en algunas webs de Internet.
Así que si acabas de vivir una historia de fracaso empresarial recuerda lo que le pasó a Bacardí. Que sólo pudo caer más bajo cuando lo volvió a intentar en 2011 aunque esta vez bajo el nombre comercial de Castillo Fusion Rum. No duró ni un año.
