España es ese país en el que siempre salimos de últimos o no muy bien parados en casi todas las estadísticas. En medios generalistas como diarios de tirada nacional o telediarios televisivos abunda la desinformación o una clara inclinación hacia un lado. Recordemos que los medios de comunicación tienen dueños. Pero noticias como esta pocas (o ninguna) veces salen a la luz. El futuro de los cereales lo estamos escribiendo aquí, en España.
El Tritordeum o Tritórdeo es un cereal nuevo. Tiene apenas 40 años de historia pero está perfectamente posicionado para ser el cereal más versátil y útil del mundo. Para empezar tienes que conocer su perfil nutricional y propiedades: Es rico en proteínas, fibra (20% más que el trigo) y luteína (una especie de beta-caroteno que favorece la salud ocular) y un 50 – 70% menos de gliadinas inmunogénicas (responsables de la intolerancia al gluten). Es perfecto para la elaboración de panadería y bollería, pastas comestibles, destilación de bebidas alcohólicas, cerveza y alimentación animal. Pero lo mejor de todo son sus cualidades agronómicas, el Tritordeum soporta el frío, el calor, la sequía y numerosas enfermedades. También crece en suelos poco fértiles. ¿Qué mas se puede pedir?
Todo empezó en los años 70 cuando el profesor Antonio Martín, en un trabajo postdoctoral en el Reino Unido, describió un nuevo híbrido de cereal entre el trigo y el hordeum, una planta herbácea silvestre emparentada con la cebada. En los años 80 el Departamento de Genética de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Córdoba en España obtuvieron el primer cultivo viable de Tritordeum, combinando trigo y cebada.
¿Y en qué punto estamos hoy con este cultivo? Desde 2014 ya existe la variedad Tritordeum como variedad comercial. Ahora la empresa de biotecnología Vivagran con sede en Barcelona se presenta como la empresa líder en el desarrollo y comercialización de este cereal. Vivagran asesora y apoya al agricultor para la producción del Tritordeum con una garantía de recompra bajo contrato.
La biotecnológica catalana también está trabajando en otro cereal que presenta un gran potencial. Se denomina DDRR y se trata de un híbrido entre el centeno y una variedad antigua de trigo.