Un reciente estudio, liderado por la física Rox Middleton de la Universidad de Bristol en UK sobre biofotones y publicado en Science Advances, viene a demostrar que los arándanos y otras frutas de color «azul» son un ingenioso truco de la naturaleza.
Y tiene toda la lógica, si aplastas un puñado de arándanos en un bol verás que el color de esa pasta tira más al rojo que al azul. La fruta parece azul pero sus pigmentos no lo son. ¿Y esto como es? todo se debe, según el estudio, a la capa finísima de cera que de forma natural recubre todo el fruto. Dicha capa la forman un conjunto de micro partículas no esféricas que tienen la particularidad de dispersar la luz azul y la luz UV. Y esta última (la luz UV) es la que realmente le resulta útil a la planta ya que es el espectro de luz visible por los pájaros. A esta luz, el fruto brilla a la luz natural y llama la atención de los pájaros que se abalanzan a devorar los arándanos y así esparcir sus semillas allá por donde vayan.
Esta capa de cera natural es mucho más fina que un cabello humano y viene a demostrar que el reino vegetal posee numerosos mecanismos para su supervivencia, en este caso, un desconocido sistema de coloración. Ahora el reto pasa por recrear de forma sintética este sistema de color para la creación de biocapas con fines comerciales.

Los arándanos no son azules… lo dice la ciencia.
- Autor de la entrada:Enrique
- Publicación de la entrada:9 de julio de 2024
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