Y mucha además. Si eres de los que te gusta esta bebida, decirte que lo que mayormente estás consumiendo es… agua.
Entre un 80% y un 90% del contenido de una cerveza es simplemente agua. Pero antes de que te lances corriendo al frigorífico a por una, espera, sigue leyendo. No te sientas estafado, todo lo contrario. El agua es la columna vertebral de la cerveza y principal responsable del sabor y de su textura. Es por ello que muchas de las marcas más famosas del mundo se elaboran en fábricas ubicadas cerca de manantiales naturales de agua.
La cerveza es una bebida fermentada. Su proceso de elaboración transforma la cebada, el lúpulo y las levaduras en esa bebida que tanto gusta. El agua extrae los sabores del lúpulo y favorece la fermentación en sí misma. La calidad y química propia del agua imprimen el carácter de la cerveza. Muchos estilos de cerveza elaborados en el mundo lo son por el tipo de agua con el que se elaboran y no por otro tipo de criterios como se suele pensar.
No obstante, la industria cervecera es una industria intensiva en este recurso, en agua. De media se necesitan siete barriles de agua para elaborar un sólo barril de tu cerveza favorita.

La presencia de agua en la cerveza es de aproximadamente entre un 80% y un 90%