A América (no a EEUU, que no es lo mismo), le debemos el cultivo de la patata. Este tubérculo omnipresente en todas las cocinas del mundo y que nos viene acompañando desde hace más de 500 años esconde pocos secretos, lo sabemos todo sobre ella. Existen unas 7.000 variedades diferentes en todo el planeta y podemos disfrutarla todo el año preparada de cientos de maneras diferentes.
Ahora llega una nueva variedad de patata y resulta que es una SUPER patata. Su nombre es Kal91.3 y aunque tenga nombre de aparato electrónico con IA incorporada, realmente es un tubérculo modificado genéticamente. Tiene una vida útil más larga y presenta niveles bajos, muy bajos de acrilamida (esa sustancia potencialmente cancerígena).
El invento surge de la Universidad Estatal de Michigan (ahora sí, EEUU) y aunque puede parecer algo nuevo realmente recuperan estudios previos realizados con este cultivo allá por el año 2010. Dicho estudio ya ponía en relieve el método para «silenciar» el gen que produce la enzima que reacciona a factores externos, como las altas temperaturas y los procedimientos para reducir, hasta 15 veces, la proporción de acrilamida en las patatas fritas.
La nueva patata puede almacenarse a una temperatura de hasta 4ºC conservando su proporción natural de azúcar y humedad y evitando su putrefacción. Su cultivo es además más sostenible ya que requiere de menos pesticidas y químicos para evitar plagas y alargar su vida útil. El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Dpto. de Agricultura de los EE.UU. otorgó a la patata Kal91.3 una exención de las regulaciones biotecnológicas impuestas a los cultivos transgénicos actuales. Un gran avance.