Yo siempre he sido de la opinión de que Portugal es ese país que le ha tocado en suerte estar al lado de España. Si hubiera estado geográficamente al lado de Alemania, dominaría el mundo. Después de mi país, Portugal es el territorio que más admiración y cariño me despierta y así mismo me asombra que todavía hoy no sean un referente en cuanto a innovación se refiere. Tiempo al tiempo.

Fiel reflejo de como se deben hacer las cosas y no legislar para recaudar únicamente, nuestros vecinos portugueses van camino de implantar el sistema DRS, el sistema nacional para el deposito y devolución para envases de bebidas. Este sistema consiste en grabar con un pequeño importe la compra de una bebida en formato PET, lata o vidrio no retornable. Este importe le será devuelto de forma íntegra al cliente cuando deposita el envase usado en el contenedor específico o punto de recogida asignado.

Un sistema que ya funciona con éxito en países como Alemania, Malta, Lituania y Noruega y con tasas de recogida de más del 90%. Una sostenibilidad bien entendida por parte del cliente final que supone una parte (no la única) del problema de la devolución y tratamiento de los envases de un sólo uso.

Portugal prevé tener implantado y operativo el sistema DRS para comienzos del año 2026 y para ello contará con Sensoneo como socio tecnológico. Sensoneo es una compañía tecnológica especialista en la gestión inteligente de residuos urbanos. Para llevar al éxito esta tarea, los portugueses contarán con una app que les guiará en todo el proceso así como les ayudará a identificar los puntos de recogida. Pero no acaba aquí.

Se instalarán contenedores específicos en locales de hostelería con el mismo sistema.

Un avance positivo y NO con afán recaudatorio como sí hacemos en otros países del sur de Europa.