Un 400% más de tomates es lo que promete Phytoform, empresa biotecnológica británica gracias a sus avances en edición genética y a su apuesta por la agricultura vertical. Mayor rendimiento con el mismo espacio, esto se traduce en mayores beneficios económicos para los productores sin sacrificar calidad y respetando al máximo la seguridad alimentaria.

La variedad elegida para este nuevo desarrollo es el tomate Ailsa Craig. Una popular variedad de tomate de origen escocés, muy similar en tamaño a nuestro tomate canario. En este caso Phytoform redujo hasta seis veces menos el tamaño de la planta (pero no del fruto) con el fin de lograr un mayor rendimiento. Y además con la edición genética han logrado tres cosechas anuales en lugar de una y con una densidad de entre 50 a 100 plantas por metro cuadrado donde normalmente sólo cabe una planta en el cultivo tradicional.

El sistema de Phytoform no sólo logra reducir el tamaño de la planta y aumentar su rendimiento, también acelerar el proceso de germinado y producción y a diferencia de otros cultivos de menor tamaño donde crece mucha hoja y poca fruta, la diferencia entre biomasa comestible y no comestible cambia. Con este método se logra la obtención de 1 Kg. de fruta en una planta de apenas 300 gr. Menos tamaño de planta pero el mismo tamaño de tomate que con un cultivo clásico.

La decisión de apostar por el cultivo vertical no es otro que la capacidad de poder realizar diferentes ensayos y mucho más rápidos durante todo el año en comparación con una agricultura tradicional en invernaderos.

Phytoform no cuenta por el momento con la aprobación regulatoria en UK y Europa para poder comercializar tanto la planta como el tomate pero sí que confía que en 2025 esto cambie.