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Yeti. Neveras portátiles y termos… Y es algo mucho más que moda.

Lo de ver a personas por la calle con su café o su bebida en un termo hace tiempo que comienza a ser muy habitual. Lo mismo en un gimnasio o incluso en cualquier biblioteca. Pero si os fijáis no se trata de un termo normal. Son recipientes de colores más o menos alegres y con una forma muy característica. Es posible que alguno de estos lleve inscrita la palabra YETI lo que los convierte en usuarios de termos pero no un usuario cualquiera.

Yeti es una marca de neveras portátiles y termos con sede en Austin – Texas (EEUU) creada por dos hermanos en 2006. Su historia es como la de muchas otras empresas nacidas al calor de una necesidad no satisfecha. La necesidad de conservar fría o caliente una bebida o alimento durante mucho tiempo y en condiciones extremas. Hasta aquí nada nuevo. Yeti comenzó con un prototipo de nevera portátil que costaba $300, una locura para un producto de esas características en esa época. Pero funcionó. Pasó de 12 empleados y 11 referencias con una facturación de apenas $29 millones a tener más de 900 empleados y facturar $1,5 mil millones en 2023.

Su secreto es que no hay secretos. Su éxito ha sido forjado a base de discreción, casi nada de marketing, todo boca/oreja pero respaldado por una excelente reputación gracias a su artículos casi indestructibles. Los termos y neveras de Yeti pueden conservar el hielo en estado sólido durante varios días aún encontrándose a la intemperie, bajo un sol de justicia y temperaturas de 40º C. y todo gracias a su sólida construcción y excelente aislamiento.

Para adquirir una nevera de Yeti tienes que desembolsar como mínimo 200€ y de ahí para arriba hasta llegar a los 1.400€ de su modelo Tundra 350 Cool Box o 55€ y más por cualquiera de sus modelos de taza o termo. Lo hacen tan bien esta gente de Yeti que hasta su mercado de segunda mano hace que sus precios se mantengan altos. A lo largo del año lanzan ediciones limitadas de color o co-branding de alguno de sus modelos que hace que se agoten en apenas unas horas.

¿Adivináis que quiere mi mujer en nuestro próximo aniversario? no es broma.

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