Recientemente Nestlé ha ampliado su gama de cafés con un nuevo producto. Un concentrado para tomar en frío y en dos sabores. Un espresso al que sólo hay que añadir, agua o leche y hielo si quieres. No es algo nuevo y tampoco lo ha inventado Nestlé pero quizá aúpe la categoría hacia el lugar que debería ocupar.
El concentrado de café líquido es algo que se lleva haciendo desde hace mucho años y es un método de extracción que hace que aroma y sabor se conserven a la hora de diluirlo. Como ya he dicho, no es una categoría nueva pero por el momento su penetración es muy desigual y por «barrios» (USA, Alemania…). Sin embargo el consumo de café frío siempre ha estado ahí y, según Nestlé, en los últimos 4 años ha aumentado su consumo un 15%. En 2023 (seguimos con los datos internos de Nestlé) una de cada 3 tazas de café se consumieron con hielo o en otras combinaciones, pero siempre en frío.
Nestlé no quiere desaprovechar los vientos a favor de esta tendencia y ha lanzado un café concentrado, bajo la marca Nescafé, para su consumo en frío, en dos versiones, Sweet Vanilla y Espresso Black. Hay que decir que esto no es un cold brew, es un café que se infusiona en caliente y se enfría a posteriori.
Por el momento este producto sólo se ha lanzado en Australia y China, dos de sus grandes mercados, pero ya ha indicado que lo lanzará en Europa próximamente sin dar más detalles de en qué países exactamente.
Así mismo la firma ya ha adelantado que este café es mucho más que una infusión para mezclar con leche o sólo con hielo. Toca probarla con tónica, limonada o zumo de naranja. También destaca su versatilidad para la elaboración de cocktails.