No es algo nuevo de lo que te hablo hoy. Realmente pocos de mis post hablan de algo realmente nuevo. Lo que sí es nuevo es la forma en la que se obtienen, procesan o elaboran ciertos productos y eso es lo que me llama realmente la atención y trato de divulgarlo. Y los alimentos con granos procedentes de agricultura regenerativa y/o sostenible son de este tipo de productos. Ingredientes conocidos pero utilizados de una manera más innovadora.
Si hablas con expertos en nutrición de la talla de Ramón De Cangas Moràn. verdadera eminencia en su campo te dirá que la cantidad de beneficios que tienen para tu dieta el consumo de quinoa o trigo sarraceno, entre otro, por su alto contenido en fibra, proteína pero sobre todo ácidos grasos omega-3. Si estos además provienen de un tipo de agricultura más amigable con el medio ambiente por el uso más consciente de agua y fertilizantes pues apuesta segura. Ahora nos toca introducirlos en productos de alto consumo y rotación como puede ser la leche o los helados.
Actualmente estos granos representan un tamaño de mercado realmente insignificante, apenas $41 millones en 2023. Pero este peso indica la enorme oportunidad que representa. Paralelamente la preocupación por una alimentación saludable a la vez que sostenible hacen que estos granos comiencen a tener la relevancia que deberían.
Es relativamente fácil encontrar barritas energéticas, tortitas de arroz o suplementos nutricionales con quinoa o trigo sarraceno y mucho menos habitual en otro tipo de productos. El fabricante de helados artesanos Van Leeuwen, con origen en Nueva York, lo tiene claro y apuesta por el trigo sarraceno como ingrediente incluido en uno de sus helados y que se ha vuelto muy popular. Otro gigante como General Mills incorpora quinoa, trigo sarraceno y kernza a sus mueslis.
Si además de utilizar estos granos podemos etiquetar nuestros productos con claims reales de sostenibilidad, haremos bien las cosas.