Lo ha hecho la startup norteamericana Savor y aunque de momento no tiene visos (ni legales ni comerciales) para convertirse en un producto comercial si que abre la puerta a un inmenso campo, casi inexplorado, para la creación de nuevos ingredientes alimentarios a base de gases atmosféricos.
Lo que ha hecho la californiana Savor supone toda una revolución ya que aunque ya existen otros proyectos de fermentación gaseosa para la creación de biomasa, el proceso de Savor es ligeramente diferente. Extraen hidrógeno del agua y CO2 de la atmósfera lo calientan y oxidan hasta obtener un sólido. Un proceso patentado real y que ya ha sido probado con éxito. Uno de los principales accionistas de la startup es el propio Bill Gates que ha declarado que su sabor es totalmente idéntico e indistinguible de la mantequilla real. La adición de otros ingredientes de origen no animal le confieren además interesantes propiedades nutricionales.
Otra de las novedades del sistema Savor es que a diferencia de otros productos plantbased, no necesitan ingredientes vegetales (semillas, aceites…) como elementos base. Tampoco requieren de costosas instalaciones para la fermentación de precisión o cultivo celular. Su procedimiento y tecnología es termoquímica. No libera gases de efecto invernadero y utiliza una milésima parte de agua en comparación con otros sistemas de producción alternativos.
Savor ya cuenta con un prototipo de mantequilla sintética cuyo fin no es comercial si no mejorar procesos y avanzar para el desarrollo de grasas comestibles (sólidas y líquidas).