Esto de las ediciones limitadas, ediciones especiales, conmemorativas y demás parafernalia marketiniana… se nos está yendo de las manos. Si Coca Cola tiene su propio departamento para la creación de nuevas versiones de su popular refresco, Pepsi no se queda atrás y entra a jugar con sabores que rayan lo WTF (intraducible aquí porque es malsonante).
Lo último de lo último es una Pepsi que es difícil que la encuentres en el super porque no está a la venta. La Gingerbread (algo así como pan de jengibre) es la elección preferida de los incondicionales de la marca para estas Navidades. Su forma de conseguirla es entrar en TikTok (ahora ya sabes para quien está diseñada) y comprar 20 latas de sus sabores clásicos para que te regalen una sola lata de esta edición Gingerbread o bien entrar en la web pepsi.com y participar en un sorteo previa inscripción con todos tus datos que tan celosamente tienes guardados.
Si no tienes suficiente con esto, hace apenas un año apareció un sabor, evidentemente muy enfocado al mercado norteamericano pero igual de demencial. La Pepsi sabor jarabe de arce. Eso tan dulce que los estadounidenses echan con generosidad a sus tortitas. Ideal de la muerte. Mismo mecanismo, limited edition y sólo a través de RRSS.
Pero esta no ha sido la única «brillante» ocurrencia de Pepsi para entrar en el paraíso de los sabores alternativos. En 2021 lanzaron el sabor malvavisco (nube de azúcar de toda la vida) en edición limitada y con una dinámica similar a la Gingerbread pero en lugar de utilizar TikTok utilizaron SnapChat.
¿Todavía quieres más? te podías haber apuntado a la Pepsi Chocolate, Pepsi galletita salada o Marshmallow lanzadas en el año 2022 y que también son objeto codiciado por coleccionistas.
¿Qué será lo siguiente? Se admiten sugerencias.