No ocurrió en España pero bien podría haber sido un capítulo de nuestra historia. La falsificación de comida, por necesidad y no con ánimo de estafar. Ocurrió en UK durante la Segunda Guerra Mundial.

Como isla que es, Gran Bretaña tiene la necesidad de importar prácticamente de todo, en cuanto a alimentación se refiere. Hoy el mercado es abundante y fluido en cuanto a tráfico de mercancías pero no así durante la gran contienda bélica. Desde 1940 hasta casi su finalización, Gran Bretaña necesitaba importar cada año más de 20 millones de toneladas de alimentos. Los alemanes conocían perfectamente este hecho así que decidieron estrangular los suministros de todo tipo de alimentos y otros productos que llegaban por mar. Los barcos frigoríficos además fueron requisados y puestos a disposición del ejército británico para el suministros de sus tropas. Así que el Ministerio de Alimentación británico no tuvo más remedio que racionar severamente muchos alimentos, entre ellos los plátanos.

Marguerite Patten fue una economista que recibió el encargo de dicho Ministerio para la elaboración de diversos alimentos con ingredientes diferentes. Fue muy popular en la época ya que ofrecía en la radio recetas muy populares para crear sucedáneos de comida. Para conseguir un plátano que no era plátano la receta consistía en hervir chirivías, aromatizarlas con azúcar y echarle colorante amarillo. Esto hacía un puré que se untaba en pan y «sabía» a plátano.

Pero éstos no fueron los únicos alimentos que se echaban en falta entonces. Los limones también se imitaban asando cáscaras de manzana. Las salchichas se elaboraban con lentejas (¿preludio de la carne plantbased?), algunos pescados con patatas y habas mezcladas con pasta de anchoa y la sopa de ostras con alcachofas.

En España también tenemos episodios de este tipo durante alguno de los capítulos mas negros de nuestra historia. ¿Conoces alguno?