Después de este catastrofista titular esperarás que lo que sigue a continuación será toda una retahíla de lamentos y justificaciones para con un sector, el de los zumos de frutas envasados, que no levanta cabeza desde (que yo tengo datos) 2008. Nada más lejos de la realidad.
Salvando Alemania y Turquía, auténticas cabezas tractoras del sector y que pueden presumir de consumos elevados y sostenidos en el tiempo, el resto de Europa y más especialmente el sur, es un solar. Descensos acusados y a doble dígito y con pocos visos de alcanzar una calma después de la tormenta. Por lo menos a corto plazo. ¿Pero todo esto es cierto?
Evidentemente los números están ahí y es difícil alcanzar otra interpretación, que es la que es. Sin embargo, en estos momentos, el sector se encuentra dispuesto a adaptarse y evolucionar y las dos únicas maneras (o las únicas que yo conozco) vienen de la mano de capitalizar la innovación y la internacionalización como principales pilares para abandonar la senda actual.
¿Y por donde pueden ir los tiros? sólo hay que observar a nuestro alrededor y ver que la categoría todavía no se ha «contagiado» o no lo suficiente con el aura de la funcionalidad. Zumos y néctares formulados con ingredientes antioxidantes, adaptógenos y/o nootrópicos. Bebidas de frutas y verduras pero con una alta densidad de ingredientes funcionales con un valor añadido cristalino como el agua. La salud física y mental.
Y en esto andan firmas visionarias que ya han aterrizado en España como Vit-Hit (distribuido por Varma), zumos naturales, sin azúcares añadidos, bajos en calorías y F U N C I O N A L E S o los shots One a Day de la italiana Natura Buona con sabores tan diferentes como la granada o los frutos rojos y enriquecidos con cúrcuma o jengibre. Nada más que decir.

El futuro de los zumos de frutas. Vienen los superzumos.