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Búsqueda de la innovación en el sector cárnico

En busca de la innovación… en el sector cárnico.

Que la carne no goza de sus mejores cuotas de popularidad no es ningún secreto que yo ahora mismo te vaya a desvelar. Sin embargo sus ventas no responden a ese ruido de fondo que está sonando a nuestro alrededor. Se vende carne y cada vez más (y más cara). Después de dos «annus horribilis» como han sido el 2021 y el 2022, las ventas remontan en el 2023 y dan un salto cuantitativo en 2024 con un muy significativo aumento del consumo de un 2,4% respecto al año anterior. Además cada vez tiene más peso en la lista de la compra y deseos de consumo del cliente. La carne ocupa casi un 20% del presupuesto de consumo de los hogares en España (datos de Kantar).

Sin embargo comer carne parece que cada vez esta peor visto y siempre se la señala como la fuente de todos los males medioambientales y éticos de todo tipo. Algo no cuadra.

El sector cárnico está sufriendo una crisis de reputación sin precedentes y como tal tiene que ser combatida desde LA COMUNICACIÓN. Evidentemente no se puede ignorar que la actividad agrícola y ganadera causa un enorme impacto a nivel ambiental (no es la que más) pero también causa un enorme impacto y este positivo, a nivel económico y social. Fija población, genera empleo y riqueza.

La innovación también se pone al servicio de esta industria que ya ha comenzado a evolucionar en nuevos sistemas de bienestar animal, reducción del impacto medioambiental y creación de valor con productos más alineados con las preferencias actuales. Pero no es suficiente.

Abandonar las políticas del «y tú más» contra otros sectores, especialmente el del plant based. Tratar de conectar nuevamente a la población, mayoritariamente urbanita, con el entorno rural. Comunicar de forma efectiva, real y transparente sobre las prácticas en el sector. Abanderar la innovación alimentaria con nuevos etiquetados, packaging…  productos más saludables (menos sal y/o aditivos), productos híbridos (carne + proteína vegetal).

Desde un sector tan tradicional como el cárnico, vital para nuestra alimentación y economía también se puede innovar. Abandonar esas posturas de verdugo o víctima según desde el cristal desde el que se mire y comenzar a trabajar en el bien común por seguridad alimentaria, sostenibilidad y empleo.

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