Una nueva bebida vegetal llega al mercado y se postula como (quizá) la mejor alternativa nutricional, hasta ahora.
La chía es una planta herbácea originaria de Centroamérica, especialmente Guatemala y México, que pasó inadvertida durante muchos años al ser desplazada por otros cultivos más rentables y demandados hasta que se redescubrió su enorme potencial nutricional hasta convertirse en eso denominado «superalimento«. Junto con el lino es una de las especies vegetales con mayor concentración de un ácido graso esencial, el omega-3 además de fuente natural de calcio, fibra y algunas vitaminas. Un auténtico portento de la naturaleza.
Ahora reinterpretado en forma de bebida y con un perfil nutricional que supera a la de cualquier otra bebida vegetal del mercado. Pero la gente de Benexia, empresa especializada en esta semilla no quiere quedarse aquí y opta por añadir otro componente interesante a su producto, el de la sostenibilidad.
Otro tipo de productos vegetales abogan por su carácter claramente ético y sostenible en su producción pero la realidad es que en el caso concreto de la soja, el argumento de la sostenibilidad se sujeta con pinzas. Colectivos ecologistas no gubernamentales atribuyen al cultivo de la soja la responsabilidad de ser culpable de la deforestación de hasta un 80% del terreno tropical entre otras «bondades«. Algo parecido pasa con las bebidas de almendra y coco que además son bastante intensivas en el consumo de agua.
Benexia alega que su bebida de chía procede de cultivos 100% sostenibles siguiente prácticas de agricultura regenerativa y procesando la materia prima sin agua ni solventes químicos y con un método que produce casi 0 residuos. Utilizan un proceso patentado de micro-molido para triturar las semillas de chía enteras y conservar todas sus propiedades intactas. El resultado es una bebida cremosa y altamente nutritiva.
Por el momento a la venta en Amazon y en el sabor original. En breve se lanzará la versión con sabor a vainilla.

Llega la nueva bebida de semillas de chía. Nutritiva y sostenible