La compra de alimentación en los hogares sigue siendo uno de los gastos más importantes cada mes y por mucho que nos digan los diarios, esta apenas ha bajado o en muchos casos incluso se ha incrementado al respecto del año pasado. Pero si eres celiaco o tienes a alguien con esta enfermedad en casa el esfuerzo económico es mucho mayor.

En Europa, aproximadamente el 0,7% de la población (más de 3 millones de personas) son celiacas, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. En España existen alrededor de medio millón de personas con esta enfermedad diagnosticada. Esto quiere decir que el número real es mayor y lo desconocemos.

La celiaquia es una afección causada por una reacción inmunitaria al gluten así como a las proteínas del trigo, cebada y centeno. Ahora imagínate todos los alimentos que contienen gluten o este tipo de proteínas y que no te quede más remedio que prescindir por completo de estos. La única opción es buscar productos sin gluten y estos no son baratos.

Si hace apenas 5 años el listado de productos sin gluten de cualquier supermercado era algo marginal hoy en día podemos encontrar una enorme variedad de alimentos para celiacos. Y cada vez más. Actualmente el tamaño del mercado es de $6.700 millones a nivel mundial pero se calcula que llegará a los $14.000 millones en el año 2030.

Pero por si no era suficiente vivir siendo celiaco a esto hay que sumarle el esfuerzo económico que esto supone. Según FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España) el gasto anual de la cesta de la compra de un sólo miembro es de casi 2.000€ adicionales a los de una cesta de la compra, digamos, «normal». Algunos productos son de media un 158% más caros que su equivalente sin gluten. El pan de molde sin gluten puede llegar a un 300% más caro. Y todo esto ¿por qué?

Sustituir la harina de trigo y otros ingredientes con gluten por otras alternativas no es barato, en términos de costes de fabricación. La producción se debe realizar en otra línea diferente a la del producto «tradicional» para evitar contaminaciones cruzadas y salvo que seas una empresa dedicada única y exclusivamente a productos sin gluten, esto puede generar cuellos de botella o la instalación de toda una línea de producción y envasado nueva, dedicada únicamente a esto. Y no es barato.

El actual contexto de inflación en nuestro país tampoco favorece el acceso, más o menos asequible, a este tipo de productos.