Obvio. Por la mañana, a primera hora, ¿verdad? pues quizá tú y yo estemos equivocados y no sea precisamente la mejor manera de empezar el día. Y la culpa la tiene el cortisol.

El cortisol es una hormona y es la responsable de que sientas estrés. Digamos que no es la principal culpable pero cuando estamos estresados los niveles de esta hormona están en sus niveles más altos. Sin embargo no podríamos vivir sin ella ya que regula el metabolismo, el sueño y hasta nuestra respuesta inmunitaria a ciertas infecciones. La cafeína aumenta los niveles de cortisol.

Muchas personas sienten cierta ansiedad (nada que ver con el adormecimiento) al despertar. Son efectos leves y puede que ni te des cuenta de ello. Esto es perfectamente normal y dura entre unos 35 y 45 minutos después de despertarte. Si antes de este tiempo te tomas una taza de café, de forma natural, los niveles de cortisol aumentan y por tanto tu estrés también lo hará. Va a depender de muchos factores y no a todos nos afecta esto de forma sistemática.

Abunda la literatura en Internet acerca de los efectos de la cafeína pero también abundan diferentes estudios y puntos de vista de profesionales de la salud, entre ellos la prestigiosa Clínica Mayo, que indican que no se debería tomar ni una gota de café después de las 16:00h. El efecto de la cafeína no es inmediato. Comienza a actuar entre los 15 y 30 minutos después de la ingesta y alcanza su máxima concentración a los 60 minutos. La cafeína permanece en nuestro torrente sanguíneo (dependiendo de diversos factores físicos individuales) entre 3 y 5 horas antes de desaparecer.

Coincido que no hay mayor placer que un buen café por la mañana temprano con un periódico pero quizá haya que cambiar el hábito a partir de ahora.