El 2025, como no podía ser de otra manera, también será el año de las alternativas al azúcar. Veremos como diferentes innovaciones, algunas con mayor fortuna que otras, llegarán al mercado con el fin de sustituir al azúcar convencional.
Una de las soluciones más solventes vienen de la mano de la multinacional británica Tate & Lyle que se ha asociado con la canadiense BioHarvest Sciences, empresa biotecnológica para el desarrollo de moléculas vegetales para un único fin, ingredientes más saludables y sostenibles, entre ellos, el edulcorante definitivo.
Esto del «edulcorante definitivo» lo habrás oído cientos de veces y hasta es posible que yo mismo lo haya escrito en un par de ocasiones. ¿Qué hay de diferente entonces? BioHarvest es capaz de producir ciertos elementos vegetales sin cultivar ni una sola planta. Cultivando específicamente algunas células vegetales. Un principio basado en la carne celular. Cultivo de células exclusivas en un medio controlado para un fin específico.
La alianza entre Tate & Lyle y BioHarvest se centrará en la elaboración de un edulcorante no transgénico basado precisamente en esto, cultivo celular. Algo con lo que los canadienses ya llevan trabajando 15 años y que ahora ponen a disposición de un líder del sector para llevar al mercado un ingrediente viable. El producto que ya se encuentra en fase final promete un sabor idéntico al del azúcar convencional, sin regustos extraños y sin los efectos no deseados de este ingrediente.
Esto no será de hoy para mañana. Aunque la tecnología ya esté madura todavía queda un importante escollo que salvar, su aprobación y regulación. Y de eso en Europa sabemos mucho.

Edulcorantes moleculares a partir de células vegetales