Te pongo en antecedentes y prometo no liarte mucho.

Si te paseas por la zona de lácteos y refrigerados de cualquier supermercado verás que abunda la oferta de café frío en lata (o envase similar) listo para beber. Eso es un café RTD o Ready to Drink por sus siglas en inglés. Hasta aquí bien, ahora lo vamos a complicar un poco. Imagínate este café RTD con alcohol. Esto es un hard coffee (también existe el hard tea).

Así que es lógico pensar que el mercado puede adoptar un nuevo segmento de bebidas como puedan ser un café envasado, listo para beber y con cierta graduación alcohólica. No está del todo claro pero podría tener cabida. La razón es el empuje de su categoría hermana, los cocktails RTD. Combinados conocidos y que están teniendo bastante éxito en un formato listo para llevar y tomar. De esto sabe y mucho Luis Laborda López.

Lo que yo digo siempre es que cualquier innovación comienza a tener tracción cuando un gran player (marca grande y conocida) comienza a apostar por esta innovación y esto es lo que está pasando ahora mismo en la categoría del hard coffee (y hard tea, repito). Grandes marcas como Jameson, Jägermeister o la mismísima Guinness están debutando en esta categoría de productos.

Pero hay cuestiones que podrían matar a la categoría incluso antes de su nacimiento. La elección de cafés de baja calidad por ejemplo. El Espresso Martini es una de las primeras y mejores elecciones para debutar en esta categoría. Es un cocktail más o menos conocido y ya existen antecedentes de éxito en su envasado RTD. Ahora bien, además de elegir un buen vodka en su formulación también es esencial decantarse por un buen café.