Soy de los que opinan que mi día realmente no comienza hasta que me tomo mi primer café, todo lo que ocurra antes no cuenta. Es casi un ritual, me despeja y ahora además sé que es bueno para mi salud intestinal. O eso es lo que se desprende de un reciente estudio publicado en Nature Microbiology que añade un beneficio más (además del placer de por sí) de beberse algo más de una taza de café diaria.

Conocidas son las propiedades beneficiosas que tiene beber café de forma moderada y regular. Es antioxidante y antinflamatorio. Por supuesto mejora la actividad cognitiva (mental), es bueno para el corazón e incluso se conocen sus efectos reparadores frente al dolor muscular. Ahora se añade otro beneficio más y es el de ser amigable con la microbiota y por tanto favorecer la salud intestinal.

El estudio (te dejo enlace al mismo en mi primer comentario) quiere demostrar que tras el ensayo con casi 23.000 personas, aquellas que bebían de media 3 tazas de café al día, presentaban niveles elevados de una cepa bacteriana específica, Lactobacillus asaccharolyticus, calificada como beneficiosa y con implicación directa en nuestra buena salud.

Estos supuestos beneficios estarían en aquellos que toman incluso café descafeinado ya que sus propiedades no residen en la cafeína si no en los polifenoles que contiene, entre otros el ácido clorogénico y el ácido quínico que actúan como prebióticos (alimento para las bacterias probióticas). Las propiedades beneficiosas del café no se verían afectadas por la adición de azúcar o leche.

Una buena noticia más para los muy cafeteros.